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La lesbofobia mata: 26/07

Día I – Martes 26 de julio de 2011
Asomaban las primeras luces de la mañana cuando salí de casa rumbo a Tribunales II. El frío, típico de esta época del año, calaba los huesos, sin embargo no era comparable con el frío paralizante que sentí un día de finales de verano, el día que me enteré que Natalia Gaitán había sido asesinada.
Al llegar, la policía (alertada de la movilización que estaban organizando las organizaciones lgbt) revisaba lo bolsos de lxs asistentes para evitar que ingresaran a la sala con pancartas, banderas o cualquier tipo de elemento que denunciara el crimen lesbofóbico.
Graciela Vázquez, la madre de Natalia, y sus hermanxs se encontraban relativamente calmados pero con visibles señales que el dolor por la muerte de su hija y hermana han dejado marcadas sobre sus cuerpos. Al preguntarle sobre sus expectativas con respecto al juicio, me respondió “en este juicio se tiene que marcar el odio y la discriminación”, y posteriormente enfatizó que “acá no termina, yo voy a seguir mi tarea de cambiar la parte de la sociedad que no los acepta”.
Poco antes de las diez de la mañana habilitaron la sala, y minutos después ingresaron los jueces de la Cámara Penal N° 6. Se leen los cargos para el imputado Daniel Torres, “homicidio agravado por empleo de armas de fuego” a secas. La primera pregunta del día aparece: ¿sólo ese agravante? ¿Porqué no pedir agravante por discriminación? Dirán que porque la ley no contempla “orientación sexual o identidad de género”, sin embargo me pregunto: ¿no habría sido estratégico pedirlo, de todas formas, y forzar al tribunal a tener que expedirse al respecto? ¿Hará referencia a esto la abogada patrocinante de la parte querellante, Natalia Milisenda, en el momento de su alegato?
El imputado Daniel Torres por el momento decidió no prestar declaración; seguramente esta situación la decidirá el abogado defensor, si lo considera necesario para la defensa.
El primer testimonio es el de Graciela Vázquez de Gaitán, madre de “La Pepa”. Las preguntas, tanto de la fiscalía como de la abogada querellante, giraron en torno a la relación que mantenía con el acusado, con la compañera del acusado, la relación que mantenía Natalia con el acusado, etc., sobre las cuales no me detendré porque han sido en su momento relatadas por diversos medios. Sin duda el momento más dramático del testimonio de Graciela (y diría de toda la sesión) fue al finalizar el mismo, cuando el abogado defensor le pregunta sobre si Natalia tenía antecedentes penales y en una parte de su respuesta Graciela contesta “que la habían detenido una vez por merodeo”, pero que el hecho fue esclarecido y que eso hacía ver que “los discriminan, no sólo a mi hija, no consiguen trabajo, los echan de la casa… ¿Qiénes mataron a Natalia? Parte de la sociedad la mató, yo no digo que voy a dar vuelta toda la sociedad para que todos los acepten, pero un poco más de respeto”. “Dirán que nació en cuerpo equivocado, bueno tómenlo como quieran, pero de qué le vale a usted como padre, a su mujer, cuidar a su hijo durante el embarazo, para que después la agarre un cualquiera y me la mate como a un perro como me la mataron”. “Yo te pregunto a vos [en relación al acusado] qué no hizo mi hija por vos? Si tenías un problema con ella, ¿porqué no viniste a hablar conmigo?”
Sería muy largo detallar pormenorizadamente los testimonios, a los cuales podrán acceder en los próximos días a través de la pagina de la Red Nosotras en el Mundo.
En principio, cabe señalar que, tras el supuesto argumento de establecer la personalidad de la víctima, el abogado defensor intenta establecer una estrategia en la cual se exponen todos lo mitos y prejuicios con los cuales suele identificarse negativamente a las lesbianas socialmente, tales como que somos violentas, promiscuas, destructoras de hogares, pervertidoras de menores, etc. Y que se evidenciaron en preguntas como “¿qué tipo de contextura física tenía?”, “¿era una chica fuerte?” (haciendo mención a la práctica de boxeo que realizaba Natalia) o la edad que tenía Dayana en el momento de empezar a salir con Natalia.
Posteriormente al testimonio de Graciela testificaron Gabriela Cepeda, la amiga de Natalia que se encontraba con ella en el momento del asesinato, y Silvia Suárez, madre de Dayana, la novia de Natalia. Gabriela se mostró muy angustiada, motivo por el cual tuvo que suspenderse momentáneamente su declaración. Su testimonio dio lugar al segundo momento dramático del día, tremendamente conmovedor, al relatar cómo agarró a La Pepa en sus brazos y “le pedía que no cerrara los ojos, que no se fuera”.
Ambos testimonios incurrieron en algunas contradicciones, sobre todo el de Silvia Suárez, testimonio que, por otra parte y según mi humilde opinión, por momentos rozaba los límites de “conventillerío”, sobre todo al tratar de demostrar que tanto Gabriela como Natalia la agredían permanentemente y que “estaba harta” de esta situación. De todos modos, su relato en este sentido no fue muy convincente.
Destacaría sin embargo del testimonio de Silvia Suárez que refiere que, estando demorada en la comisaría, le dijeron que Natalia estaba bien, y que al día siguiente le volvieron a decir en la comisaría “está todo bien, sólo hay un pequeño problemita, la chica murió”, a lo cual ella respondió “¿Cómo que murió si me dijeron que estaba bien?”, y le contestaron, siempre en la comisaría, que había sido por una reacción a la morfina. Destaco esto porque otra supuesta estrategia de la defensa podría ser demostrar que Natalia no murió como consecuencia del disparo, sino por el tratamiento en el hospital”.
Finalmente, el defensor intenta establecer que ni Silvia Suárez ni Daniel Torres habían tenido previamente actitudes lesbofóbicas, preguntándole si conocía la preferencia sexual de la víctima, a lo cual Silvia responde que si. Y en ese momento hace hincapié en que anteriormente había testificado que eran amigas con Natalia y salían a los boliches juntas. Sin embargo, esta afirmación del abogado defensor no puedo contrarrestar la declaración lesbofóbica de Silvia, al afirmar que se empezó a dar cuenta de que Natalia salía con Dayana porque a esta última “le empezó a cambiar el carácter”.
La actuación del fiscal es correcta por el momento, destacándose la intervención que tuvo lugar cuando el abogado defensor pide que se agreguen al expediente los informes de antecedentes de Natalia Gaitán, y él responde que está de acuerdo “siempre y cuando esto no se convierte en una caza de brujas”, reacción que fue avalada asimismo por Natalia Milisenda quien correcta y oportunamente destacó que Natalia no estaba siendo juzgada, sino que era la víctima.
Para mañana se esperan seis testimonios y en principio, según lo conversado con Natalia Milisenda, esta semana se estarían terminando las testimoniales y la semana que viene serán los alegatos, pero todo depende de si se incorporan o no más testimonios.
Mientras todo esto sucedía en la sala, organizaciones lgbt reclamaban justicia por Natalia Gaitán y hacían hincapié en visibilizar el carácter lesbofóbico de su asesinato, entre ellas Encuentro por la Diversidad, Alternativa LGTB , Devenir-Diverse, La Fulana, Las Safinas, (disculpen si me falta alguna, sobre eso no puedo dar cuenta porque no estuve allí).
Fabi, la tron
26/07/2011

La imagen pertenece a Payasa de Asis

Agradecimientos a Fabiana Tron; María Luisa Peralta y Gabriela Adelstein. También podes leerlo en RIMA

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